viernes, 26 de abril de 2013

SIMPLEMENTE, NÁPOLES

Tu silueta se dibuja en el horizonte
y tu humanidad se erige,
majestuosa, imponente,
descarada,
entre luces y sombras.


Tu bahía me acoge
y me invita a penetrar en tu seno;
tu oscuridad sin luna
oculta tu tesoro,
accesible sólo a espíritus inquietos
y sabedores que nunca
podrán conocerte del todo,
conscientes de que tu esencia
sólo la pueden descubrir aquellos
que te viven,
te saborean
y te sufren.

Caos,
ruido,
suciedad,
código secreto
de sabores
y olores
 imposible de descifrar.

No importa.

Éste es tu encanto.
Callejuelas empinadas
preñadas de ropa tendida
y santos y vírgenes venerados
con flores y cirios
en continuo encendido.

Quizás sea éste tu secreto:
la devoción de los tuyos te protege,
tus gentes,
con sus plegarias y lágrimas, tejen
ese manto bordado de fe,
superchería y folclore
que te cubre y te hace eterna.
Y la Mafia.


Frutas
Flores
Basura
Ropa blanca,
limpia
Gasolina
Perfume barato
Cera ardiendo
Incienso
Perfume caro
Mar
Noche
Sol



Sal
Pesca
Sudor.
Y las cenizas
de la ya arcana,
inescrutable
y orgullosa
Pompeya
a las faldas
de su perpetuo castigador amante.

Nápoles,
inquieta,
elegante,
salvaje,
callejera,
estilosa,
ordinaria,
astuta,
puro Gambrinus.

Nápoles,
juguetona,
atractiva,
seductora.
Nápoles,
eterna.
Nápoles,

No hay comentarios:

Publicar un comentario