sábado, 23 de marzo de 2013

MALTA Y YO

Tierra extraña,
isla que me acoge,
idioma imposible,
mezcla que embruja:
árabe, inglés e italiano.

¿Qué hago yo aquí?

Autobuses amarillos,
infraestructura precomunitaria,
acantilados vertiginosos.
Mdina, realmente,
la ciudad del silencio

Difíciles momentos de soledad.

Paseos nocturnos después de cenar,
la luna como confidente,
bus 45 Cirkewwa-La Valletta,
hilo musical de las cigarras,
un gato maltés se cuela en mi habitación de hotel,
la sonrisa del camarero al ver mi firma,
la iglesia de Mosta, una maravillosa sorpresa.

Comunicación SMS London-Malta

La Almendra, la evasión;
ciruelas en La Valletta,
Dingli Cliff,
templos de Ggantija,
mi bikini de color fresa que me encanta,
La Ventana Azul de Gozo,
Gozo-Murano, la rivalidad hecha cristal,
la cruz de cuatro brazos y ocho puntas,
la fertilidad del arte, la Venus de Malta,
pocas mujeres solas.

Alguna que otra lágrima

Barbacoas nocturnas de fin de semana;
yo, la mujer de blanco casi siempre.

¿Tranquilidad?

El constante recuerdo de alguien.

Olivos y vides,
mi padre que me acaba de llamar,
piedra calcárea,
La canción de Dorotea, más evasión;
Marta y Emma que me dejan felizmente exhaustas,
regalos para todos,
La degollación de Caravaggio,
karrozin por tierra,
dghajsa por mar,
los famosos caballeros,
donde Ulises no sucumbió
a los encantos de Calipso,
increíbles fachadas de tradición inglesa,
crucigramas para matar el tiempo,
muchas iglesias dominando el paisaje,
casas “bautizadas”, ¡me encanta!,
devoción por la Virgen y los santos.
Y Penélope esperando...

La Laguna Azul,
Gozo, Comino, Cominoto y Filfla,
San Pablo que naufraga,
mi madre con sus hermanas;
mis hermanas, con sus familias;
y yo, entre calas,
calas hermosísimas,
azul
verde
más azul.

Alma en espera
(en algún sitio leí que
“la espera es el óxido del alma”)

U2 en goleta.
Azul,
¡qué azul!

¿Dónde estará mi compañero de viajes?
¿Dónde estará mi compañero de viaje?

Mil preguntas
y una ramita de olivo...